lunes, 15 de abril de 2013


Melancolía

He aprendido a discernir entre la tristeza y la melancolía.
Te escribo esto para confesarte que me he pasado los últimos días evocando recuerdos sobre el futuro, que me he pasado toda mi vida buscando algún refugio para escapar del universo. Buscando alguna casualidad más grande que la vida misma.
Puedo mirar hacia dentro, sentirte, sentirme.
Puedo envolverme en el miedo de aquellas sonrisas que se borraron entre las cenizas de todo lo que perdimos aún estando cerca. En esas siluetas que solían ser todo lo que importaba y ahora miramos con extrañeza.
Puedo escapar al infinito entre tus brazos, entre tus labios. No he encontrado sensación más plena.
Te escribo esto para pedirte perdón por todas las palabras que he dicho con el corazón enredado en miedos.
Te escribo esto con toda esta melancolía escurriéndose entre mis dedos, pidiéndote que al menos por ahora te quedes para siempre.


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