martes, 17 de septiembre de 2013

A veces creo saber todo lo que hay dentro.
Imagino certezas, organizo en suspiros mi colección de nostalgias, mi colección de alegrías. Puedo palparlos, sentir su textura, mirar sus colores y aferrarme a ellos. Como quien se aferra a algún sueño por simple capricho.

Otras veces despierto, tan ajena a este cuerpo, tan ajena a viejos sueños.
Sin certeza, sin caprichos, sin suspiros, sin palabras. Con el alma ardiendo y los pies en el viento. Y entonces miro a la gente, y escucho sus voces como música fúnebre, deseando que nunca sonemos así.

A veces me encuentro tan lejos del mundo, tan lejos de todos y lejos de mi. Sin embargo siempre muy cerca de casa, muy cerca de ti.

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