"Al perder mi sombra, me sentí abandonado en los confines del universo. Ya no podía ir a ninguna parte, ya no tenía a donde regresar. Aquello era el fin del mundo y el fin del mundo no conducía a ningún lugar." - Haruki Murakami (El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas)
lunes, 15 de abril de 2013
lunes, 1 de abril de 2013
No se siente como esas cosas temporales que dice la gente.
Aveces el corazón es confuso , pero dentro de esa misma confusión encuentro perfección, algo imperfectamente perfecto. Algo que me llena, algo que ahora es para siempre, porque ahora es el futuro, y porque confío en lo infinito del alma, y ahora estás en mi alma.
sábado, 9 de febrero de 2013
Me has robado el pensamiento. Te has impregnado en mis sentidos y no he puesto ninguna objeción.
Tus palabras parecen lejanas, pero aún te encuentro en cada palpitar.
Recuerdo el vértigo del tiempo como ese viento que anuncia la tormenta. Y aquí me encuentro, empapada de ti, esperando que regreses, esperando que me necesites.
Te busco en el infinito, pero te has quedado inmóvil al principio del camino. Has dejado de buscarme, he dejado de encontrarte.
Aquí estoy, amándote con descontrol. Búscame cuando me quieras encontrar.
Tus palabras parecen lejanas, pero aún te encuentro en cada palpitar.
Recuerdo el vértigo del tiempo como ese viento que anuncia la tormenta. Y aquí me encuentro, empapada de ti, esperando que regreses, esperando que me necesites.
Te busco en el infinito, pero te has quedado inmóvil al principio del camino. Has dejado de buscarme, he dejado de encontrarte.
Aquí estoy, amándote con descontrol. Búscame cuando me quieras encontrar.
lunes, 4 de febrero de 2013
Probablemente un para siempre, tal vez sólo algunas veces.
Me pareció haber visto el reflejo de aquella magia en tus pupilas.
Escucho el eco de tus palabras, pero han perdido claridad.
Puedo ver a lo lejos dos siluetas desnudas hundiéndose en el mar.
Cierro los ojos y encuentro ese universo, pero ha perdido su brillo, sus paredes evocan un desierto, el mismo del que he tratado de escapar. Me parece un tanto absurdo.
Tu mirada se clava lentamente en mis latidos, puedo sentir cómo te derramas en mi sangre.
Te amarro a mis sentidos como la mejor manera de suicidio.
Me pareció haber visto el reflejo de aquella magia en tus pupilas.
Escucho el eco de tus palabras, pero han perdido claridad.
Puedo ver a lo lejos dos siluetas desnudas hundiéndose en el mar.
Cierro los ojos y encuentro ese universo, pero ha perdido su brillo, sus paredes evocan un desierto, el mismo del que he tratado de escapar. Me parece un tanto absurdo.
Tu mirada se clava lentamente en mis latidos, puedo sentir cómo te derramas en mi sangre.
Te amarro a mis sentidos como la mejor manera de suicidio.
lunes, 7 de enero de 2013
“Pero en aquellos cinco dedos y en aquella palma, se concentraban, como en un catálogo, todas las cosas que yo quería saber, todas las cosas que tenía que saber. Y ella, al tomarme de la mano, me las enseñó. Me enseñó que en el mundo real existía un lugar como aquél. Durante diez segundos tuve la sensación de haberme convertido en un pajarillo perfecto. Surcaba el aire, sentía el viento. Desde las alturas, podía ver paisajes lejanos. Tan remotos que no era capaz de vislumbrar con claridad lo que había. Pero supe que existían. Y que algún día iba a visitarlos. Esa certeza me dejó sin aliento, me hizo estremecer.” - Haruki Murakami (Al sur de la frontera, al oeste del Sol)
martes, 1 de enero de 2013
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